Mt Saint Michel es un conjunto monumental situado en las faldas de un curioso islote rocoso de granito situado en la Baja Normandía y unido al continente o desconectado del él en cada marea. La diferencia de altura del agua llega a ser de hasta 15 metros.
Fontainebleau es la capital del caballo en Francia, una ciudad famosa por sus instalaciones relacionadas con la equitación. En Fontainebleau, en sus propiedades del Bosque de Fontainebleau, los reyes franceses criaron sus caballos. En 1776, en Sermaise, tuvo lugar la primera carrera de caballos al estilo inglés.
Francia ha sido la cuna de muchos pintores mundialmente conocidos y
que formaban parte de importantes corrientes pictóricas, como el impresionismo. Muchos de ellos establecieron su residencia en
nuestro país vecino, especialmente en París y sus alrededores, atraídos por su gran desarrollo cultural y por la atmósfera bohemia de la ciudad. En el siglo XIX París era considerada centro artístico de Europa.
En Fontainebleau hay una residencia real, un palacio que se lleva toda la fama, pero, como en todo lugar de asiento de la realeza antigua, no falta un espacio en el que cazar. En la localidad y vecino al palacio, los reyes de Francia disfrutaron de un Bosque de Fontainebleau como reserva cinegética exclusiva. Hoy es un regalo de la naturaleza que los franceses han sabido preservar.
Si tienes previsto viajar a la capital francesa, seguro que entre tus planes has incluido la visita obligada al Museo del Louvre, el Museo de Orsay y el Centro Pompidou, que son los principales museos de la ciudad. Como capital artística en París encontramos un sinfín de museos, sin embargo, como nos sería imposible visitarlos todos, me centraré en los más famosos y visitados.
Francia es un país lleno de palacios, palacetes y casas de campo que se reparten por toda la geografía rural. Pero yo destacaría los de las ciudades de las cercanías de París donde vivió una nobleza que quería aislarse del mundanal ruido, pero que, al mismo tiempo, quería estar cerca de la corte.
Versalles es una localidad de algo menos de cien mil habitantes situada en las cercanías de París. Es mundialmente famosa por su Palacio de Versalles, lugar histórico de muchos de los acontecimientos del devenir de Francia a lo largo de los tiempos y residencia de la realeza. En el Palacio de Versalles vivió una nobleza cortesana, diletante que vivía para entretenerse e intrigar. Si las paredes del Palacio de Versalles pudieran hablar, nos asombrarían.
En Fontainebleau, su castillo real y los recuerdos de Napoleón, se llevan todo el interés de los turistas que acuden a esta localidad histórica situada a algo más de cincuenta kilómetros de París. Muchos pasan, ven los jardines reales, las habitaciones que ocuparon Napoleón y Josefina y apenas si se dan cuenta de otros puntos de interés de la zona que creo que pueden tener una merecida etiqueta de lugares con encanto.
Chartres es una localidad francesa cercana a París y famosa por su catedral. Su casco antiguo es muy visitado y algún que otro museo. Hay que rebuscar mucho para encontrar otros encantos fuera de ruta que disfrutan especialmente las gentes de la ciudad. Y los viajeros que buscan identificarse con el lugar que visitan.
El Museo Vivo del Caballo es una de las exposiciones permanentes más originales de los alrededores de París, algunos dicen que de toda Francia y yo me apunto a pensar que también de todo el mundo.
París es una ciudad que agrada y encandila a todo tipo de visitantes, debido a su gran oferta de ocio y cultura. Es perfecta para a aquellos que desean aprovechar su tiempo en una visita cultural por los principales monumentos, también para los que quieren ir de compras o bien para los que prefieren deleitarse y relajarse en un París más natural y desenfadado, alrededor de sus numerosas zonas verdes. Aunque esta impresionante capital es un lugar de gran ajetreo, también goza de lugares muy agradables en los que relajarse, tomar el sol, hacer un picnic y disfrutar del paisaje.
Cuando pensamos en viajar a nuestro país vecino Francia nos viene inmediatamente a la cabeza su imponente y atractiva capital, que sin duda es uno de los lugares más visitados del mundo. Sin embargo, el país galo esconde un sinfín de lugares preciosos repartidos por toda su geografía, de norte a sur y de este a oeste.
El genial pintor Vincent van Gogh ha dejado un rastro de iconos creados con los motivos y paisajes de su pintura ¿Quién no ha visto el poder de sus estrellas refulgentes sobre fondos azules de su interpretación de una noche de verano o sus girasoles amarillos como soles en aquel bien plantado florero?
La Galería de los Espejos del Palacio de Versalles, a la que algunos entusiastas llaman la Gran Galería, es una estancia de decoración exuberante y fabulosa que tenía como único sentido maravillar a los visitantes que acudían a palacio.
¿Qué habría sido de París sin su ostentosa Torre Eiffel? Pues a punto estuvimos de averiguarlo, ya que en sus inicios la mítica dama de hierro no fue construida para formar parte de la ciudad por mucho tiempo y mucho menos para convertirse en el símbolo más emblemático de nuestro país vecino.
Giverny es una localidad situada en la región francesa de la Alta Normandía y a unos 80 kilómetros de París. Giverny es famosa por su relación con el pintor Claude Monet que vivió y pintó en la localidad. Un museo lo recuerda.
Seguramente habréis oído hablar de Fontainebleau, ciudad francesa ubicada a unos 70 km al sur de la capital, y sobre todo de su espectacular palacio. El Palacio de Fontainebleau nos acerca una excepcional presentación de la historia, la historia del arte y la arquitectura francesa a través de sus más de 1500 habitaciones y de sus 130 hectáreas de zonas verdes y jardines. Por este motivo y por su gran belleza el Palacio y sus jardines forman parte del Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1981.
Mont St Michel es una imponente elevación de la costa francesa que se hace isla cuando sube la marea y parte de una llanura continua cuando baja. La has tenido que ver en infinidad de ocasiones, una mole granítica muy evocadora, coronada por la torre de un monasterio.
Para verde y en París, el Bosque de Boulogne. El Bosque de Boulogne representa uno de los atractivos verdes y naturales de París más allá de su mala prensa nocturna. El Bosque de Boulogne es parte de la historia de París, e, indirectamente de la misma Francia. De esa conexión y de sus atractivos me gustaría hablarte.
París es insular. No, no es broma. La capital de Francia está a 200 kilómetros del mar pero algunos de sus habitantes son isleños. La gracia está en el río. El Sena amontonó hace miles de años una pequeña cantidad de sedimentos en uno de sus largos y creó dos pequeñas islas, una precisamente la Isla de París, en la que nació la ciudad y sobre la que se levanta la Catedral de Notre Dame, y, la otra, la Isla de San Luis, la L’île Saint-Louis. Una junta a la otra.
“En este pueblo con encanto, la luz es especial como en ningún otro lugar”, decía el artista impresionista Claude Monet refiriéndose a Giverny, hermoso sitio que le inspiró en la creación de sus magníficas obras. La localidad de Giverny se halla en la Alta Normandía, región francesa ubicada al noroeste de Francia. Este atractivo pueblo, situado en la orilla derecha del río Sena y que cuenta con tan sólo unos 500 habitantes, destaca especialmente por su belleza natural y paisajística y sobre todo por haber sido el hogar y lugar de inspiración del maestro impresionista Monet, que llegó aquí por primera vez en 1883, hasta su muerte en 1926.
El barrio parisino de Montmartre se asocia a arte y cultura casi instintivamente. Y no es para menos, sus callejuelas fueron el refugio -o el cubil, en algunos casos- de los primeros años de muchos grandes autores, pintores, escritores, escultores, artistas todos de condición y espíritu. En Mormartre pintaron Dalí, Picasso, Van Gogh, Renoir, Toulouse-Lautrec, Degas, Modigliani o Monet. Todos en precario, y en sus inicios, cuando no tenían nombre.
La maravillosa y colosal ciudad de París es mundialmente conocida por increíbles lugares y monumentos como la Torre Eiffel, la Basílica del Sacre Coeur, el pintoresco Barrio de Montmartre, la Catedral de Notre Dameo el Arco del Triunfo, entre otros sitios. Pero existe otra cara de París que permanece más ajena a las miradas de la gente y de aquellos visitantes que transitan la ciudad. Las Catacumbas, que es el misterioso lugar al que me refiero, es un increíble laberinto subterráneo ubicado en pleno corazón de la capital.
Si me preguntaran cuáles son mis ciudades favoritas, sin duda alguna, me vendría inmediatamente a la mente la colosal ciudad de París, uno de los lugares más especiales y hermosos que he visitado, el cual posee un ambiente muy singular. Quizás por éstos y otros muchos motivos la ciudad de las luces ha sido escenario de multitud de películas que todos conocemos y es algo muy frecuente al visitar la ciudad el toparse con un rodaje (bien sea de una película, serie o spot) en plena la calle.