El Museo Vivo del Caballo es una de las exposiciones permanentes más originales de los alrededores de París, algunos dicen que de toda Francia y yo me apunto a pensar que también de todo el mundo.
El Museo Vivo del Caballo es una de las exposiciones permanentes más originales de los alrededores de París, algunos dicen que de toda Francia y yo me apunto a pensar que también de todo el mundo.
París es una ciudad que agrada y encandila a todo tipo de visitantes, debido a su gran oferta de ocio y cultura. Es perfecta para a aquellos que desean aprovechar su tiempo en una visita cultural por los principales monumentos, también para los que quieren ir de compras o bien para los que prefieren deleitarse y relajarse en un París más natural y desenfadado, alrededor de sus numerosas zonas verdes. Aunque esta impresionante capital es un lugar de gran ajetreo, también goza de lugares muy agradables en los que relajarse, tomar el sol, hacer un picnic y disfrutar del paisaje.
El genial pintor Vincent van Gogh ha dejado un rastro de iconos creados con los motivos y paisajes de su pintura ¿Quién no ha visto el poder de sus estrellas refulgentes sobre fondos azules de su interpretación de una noche de verano o sus girasoles amarillos como soles en aquel bien plantado florero?
La Galería de los Espejos del Palacio de Versalles, a la que algunos entusiastas llaman la Gran Galería, es una estancia de decoración exuberante y fabulosa que tenía como único sentido maravillar a los visitantes que acudían a palacio.
¿Qué habría sido de París sin su ostentosa Torre Eiffel? Pues a punto estuvimos de averiguarlo, ya que en sus inicios la mítica dama de hierro no fue construida para formar parte de la ciudad por mucho tiempo y mucho menos para convertirse en el símbolo más emblemático de nuestro país vecino.
Giverny es una localidad situada en la región francesa de la Alta Normandía y a unos 80 kilómetros de París. Giverny es famosa por su relación con el pintor Claude Monet que vivió y pintó en la localidad. Un museo lo recuerda.
Mont St Michel es una imponente elevación de la costa francesa que se hace isla cuando sube la marea y parte de una llanura continua cuando baja. La has tenido que ver en infinidad de ocasiones, una mole granítica muy evocadora, coronada por la torre de un monasterio.
Para verde y en París, el Bosque de Boulogne. El Bosque de Boulogne representa uno de los atractivos verdes y naturales de París más allá de su mala prensa nocturna. El Bosque de Boulogne es parte de la historia de París, e, indirectamente de la misma Francia. De esa conexión y de sus atractivos me gustaría hablarte.
París es insular. No, no es broma. La capital de Francia está a 200 kilómetros del mar pero algunos de sus habitantes son isleños. La gracia está en el río. El Sena amontonó hace miles de años una pequeña cantidad de sedimentos en uno de sus largos y creó dos pequeñas islas, una precisamente la Isla de París, en la que nació la ciudad y sobre la que se levanta la Catedral de Notre Dame, y, la otra, la Isla de San Luis, la L’île Saint-Louis. Una junta a la otra.
El barrio parisino de Montmartre se asocia a arte y cultura casi instintivamente. Y no es para menos, sus callejuelas fueron el refugio -o el cubil, en algunos casos- de los primeros años de muchos grandes autores, pintores, escritores, escultores, artistas todos de condición y espíritu. En Mormartre pintaron Dalí, Picasso, Van Gogh, Renoir, Toulouse-Lautrec, Degas, Modigliani o Monet. Todos en precario, y en sus inicios, cuando no tenían nombre.
Si me preguntaran cuáles son mis ciudades favoritas, sin duda alguna, me vendría inmediatamente a la mente la colosal ciudad de París, uno de los lugares más especiales y hermosos que he visitado, el cual posee un ambiente muy singular. Quizás por éstos y otros muchos motivos la ciudad de las luces ha sido escenario de multitud de películas que todos conocemos y es algo muy frecuente al visitar la ciudad el toparse con un rodaje (bien sea de una película, serie o spot) en plena la calle.
¿Quieres vivir el San Valentín más romántico de tu vida? París es, por antonomasia, el destino estrella para pasar el día de los enamorados. ¿Quién no ha soñado en visitar esta capital europea cuando se está enamorado? París, también conocida como la ciudad del amor, es el lugar ideal para sorprender a tu pareja en uno de los ambientes más apasionados, mágicos y delicados del mundo.
La colosal ciudad de París esconde numerosos lugares mágicos y encantadores en los que perderse durante nuestra visita. Uno de ellos, es sin duda alguna el barrio de Montmartre, ubicado en el distrito 18 y famoso por sus pintores y por su aire bohemio.
La imagen de Nueva York, como la de muchas otras localizaciones con identidad global, está asociada a algo parecido a fotos fijas que guardamos en la memoria. El cine, las artes, han hecho mucho para marcarnos a fuego esa identidad. Y, bueno, si te hablo de Nueva York, seguro que te imaginas los rascacielos y la Estatua de la Libertad.
Tan potente es la imagen de la libertad levantando la antorcha que es la cara visible que se asocia también con ese sentido de la independencia de los pueblos. Me gusta ese símbolo de libertad tan hierático, tan mayestático. Tanto, que en uno de mis veranos en París me decidí a buscar, y, si era posible, a fotografiarme con cada una de las seis estatuas de la libertad de la capital francesa.
Francia es un estado aconfesional, sus ciudadanos hacen gala de ello, y, París, su capital, lo demuestra no haciendo ostentación de cultos o de encuentros religiosos en lugares públicos. La religión en París queda para dentro de las iglesias. Lo curioso es que la ciudadanía de París es multicultural, multirreligiosa, y, si bien, no hay una gran visibilidad en la calle de incluso las confesiones más mayoritarias, también es cierto que templos no faltan.
Todos hemos encontrado algo cuando hemos llegado por primera vez un lugar que nos ha fascinado en un viaje previsto o que no hemos organizado. Encontrar algo que descubrir es fácil, todo depende de nuestra sensibilidad, como sencillo resulta perder algo de lo que llevamos cuando viajamos.
Los objetos perdidos, en el mejor de los casos, acaban en una oficina. Las hay en estaciones de trenes, en aeropuertos y en las dependencias policiales. Pero ninguna tiene tanta fama como la que la gendarmería de París convirtió en su día en museo, el Musée du Service des Objets Trouvés, al que también se le conoce como Petit Musée des objets trouvés.
¿Un top de París? ¿qué? ¿dónde? Si uno de los atractivos de la ciudad de París es su Torre Eiffel, el top de ese top, lo mejor – por más alto (top)- de ese significativo monumento es el último de los niveles de la estructura metálica. Un lugar que recomiendo para una visita fundamental a París.
Por cierto, echa un vistazo a este enlace de la web Viajaraparis.com, en el que podrás encontrar diferentes formatos de visitas guiadas a la Ciudad de las Luces. Pica aquí para acceder a esos contenidos.