Conozca muchos de los lugares tradicionales de Río de Janeiro: comience con un viaje en tranvía desde el Centro de la ciudad a Santa Teresa por el Acueducto de Lapa («Arcos da Lapa») y visite el Parque de las Ruinas, las Escaleras Selarón, el Paseo Público, Cinelândia y la Confeitaria Colombo.
Comience su recorrido en el Centro, donde subira en tranvía («bondinho») en el barrio bohemio de Santa Teresa. Viaje sobre los Arcos da Lapa, el acueducto utilizado para conectar el agua de Santa Teresa con el centro de la ciudad y uno de los puntos turísticos más conocidos en Río. En Santa Teresa, experimente una interesante atmósfera local.
Pasee por el barrio bohemio de Santa Teresa, una bucólica zona en Río de Janeiro. Situada en la colina, Santa Teresa se ha convertido en un distrito de interés cultural por su gran valor arquitectónico y situación privilegiada, famosa por sus sinuosas y estrechas calles adoquinadas y un lugar elegido por artistas y turistas. Un encanto parecido a Montmartre, en París.
Visite el Parque de las Ruinas (cerrado el lunes), un parque público con una galería de arte construida alrededor de las ruinas de una mansión. Disfrute del paisaje de la ciudad, en particular el área del centro y el Pan de Azúcar. A continuación, pasee por las cerámicas coloridas de las Escaleras Selarón, una de las principales atracciones de Rio, hasta llegar al distrito de Lapa, la zona con la vida nocturna más tradicional.
Pasee por el Paseo Público, el parque público más antiguo de Sudamérica, para llegar a Cinelândia, un lugar animado en Río gracias a sus bares, restaurantes y atracciones culturales. Entre muchas construcciones notables en la zona, vea el Theatro Municipal, la sala de teatro y ópera más tradicional de Río de Janeiro, así como la Biblioteca Nacional, la biblioteca más importante de Brasil.
Su última parada será en Confeitaria Colombo (cerrada los domingos), un miembro permanente de todos los rankings de «cafés imperdibles» en todo el mundo. Disfrute de la decoración art Nouveau, con enormes vidrieras, azulejos y espejos importados de Francia, Portugal y Bélgica. Usted puede terminar su tour degustando uno de los bocadillos tradicionales brasileños – como la coxinha de frango («muslito de pollo») – o postres – como el brigadeiro («brigadier») – en uno de los lugares con más prestigio de Rio de Janeiro al inicio del siglo XX.
