Nápoles ha sido, a traves de los siglos, tierra de conquista de las grandes dinastías europeas pero los gobernantes que le permitieron alcanzar su máximo esplendor fueron, sin lugar a dudas, los Borbones.
No es casualidad que en la Piazza del Plebiscito, las estatuas de los demás monarcas se apoyan en la fachada del palacio real, Fernando IV y su padre Carlos se muestran a caballo, en el centro de la plaza.
En poco más de un siglo de reino, los Borbones han hecho de Nápoles la segunda ciudad más poblada y rica de Europa y la han hecho digna de presumir por los grandes récords obtenidos: Nápoles fue la primera ciudad en tener agua corriente en las casas, el primero en hacer la recogida selectiva, el primero en introducir la vacunación gratuita contra la viruela para sus habitantes, los primeros en tener un Estado de bienestar fuerte, y mucho más que podrá descubrir rastreando las huellas que los Reyes han dejado en la ciudad.
Empezaremos con la historia del majestuoso Palacio Real, construido con preciosos mármoles y en su interior, la escalera de entrada definida por Montesquieu, la escalera más bella del mundo, y el Teatro San Carlo, el primer teatro de ópera de Europa, que esta entre los más hermosa en el mundo.
Después de un paseo por el encantador paseo Caracciolo, el recorrido finaliza con una visita a la Galería Bourbon, construida para
permitirá el rápido movimiento de las tropas del rey, un gigantesco aunque subterráneo lugar de encanto singular, donde vivir una inolvidable experiencia.
Podremos decidir entre dar un paseo para descubrir los numerosos túneles, cautivados por las historias de la vida cotidiana desde épocas pasadas hasta nuestros días. O la experiencia única de cruzar un canal subterráneo en una balsa.
Esta es la historia de Nápoles, una ciudad dúctil, dispuesta a inventarse y reinventarse para descubrir una nueva vida que sin duda le permitirá volver a casa con el corazón lleno de alegría y riqueza interior.
